Juegos interactivos
Juegos interactivos
Con la música se puede jugar de muchas maneras. En esta sección te proponemos varios juegos interactivos para que te acerques a la música mediante tu ordenador u otro dispositivo electrónico.
Adivino compases
En esta actividad tendrás que escuchar algunas piezas musicales y adivinar su compás.
Conozco las notas musicales
Ahora te proponemos un «dictado musical». Es un juego en el que tendrás que identificar algunas notas que escuchas y relacionarlas con la partitura en la que están representadas.
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Adivino sonidos con distinto timbre
Los sonidos se diferencian unos de otros por sus características. Una de ellas es el timbre. ¿Sabrías diferenciar sonidos con distinto timbre? Inténtalo en este juego interactivo.
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Adivino sonidos con distinta intensidad
Otra de las características de los sonidos es la intensidad. Juega aquí a distinguir sonidos con diferencias en su intensidad.
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Relaciono música y escultura
¿Qué tienen que ver la música y la escultura? Hay algunas estatuas muy famosas que pueden relacionarse con música de la misma época o con música que recuerde al mismo tema o ambiente que la escultura. Intenta hacer este ejercicio y te sorprenderá ver que la relación es más fuerte de lo que podría parecer en un principio.
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Encuentro palabras relacionadas con la música
Aquí tienes una sopa de letras con palabras relacionadas con la música. Busca en ella porque no es tan fácil como crees… Es un reto musical.
Enlace a encuentro palabras relacionadas con la música
Distingo coros
La ópera, la zarzuela, las iglesias… Cada coro tiene unas características y la música que interpretan es diferente. ¿Crees que eres capaz de diferenciar unos coros de otros? Inténtalo aquí.
Distingo voces
Continúa identificando las voces de los coros. Fíjate; no suena igual un coro formado por niñas y niños que un coro de personas adultas. Escucha y juega con esta actividad interactiva.
¡Tienes ritmo!
Sigue las indicaciones de Gobo para aprender los conceptos básicos del ritmo. Aprenderás a contar y subdividir el tiempo y podrás comprobar si lo has entendido jugando con nuestros tambores. Pulsa la bandera verde para comenzar y no te olvides de subir el volumen.
Además, como este juego es un proyecto de Scratch, si ya sabes programación puedes sacarle más jugo revisando y modificando los bloques. ¿Te animas a hacer tu propia versión del juego?
Expresiones, refranes y música
Algunas expresiones habituales hacen referencia a algo relacionado con la música aunque, como ocurre con la mayoría de las «frases hechas», tienen un doble sentido. Pon a prueba tu conocimiento de los dichos populares sobre música e intenta averiguar su significado con esta actividad:
Juegos y acertijos musicales
En muchos juegos la música está presente. Tanto en los videojuegos como en los juegos tradicionales, de toda la vida, la música es una parte importante. Muchas veces es la música la que dirige el juego, nos dice qué tenemos que hacer a través de la letra de la canción, o nos marca la velocidad del juego. Asimismo, la canción nos ayuda a recordar más fácilmente las reglas del juego.
A continuación os proponemos una serie juegos y acertijos musicales. Esperamos que disfrutéis.
LOS DONES
Quienes juegan a este juego deben cantar, juntos, con una melodía simple, esta cancioncilla:
«A los dones, dones, dones,
que lo mandan los ratones,
que vayan y vengan,
que no se entretengan,
que vayan a tocar, a tocar…»
Normalmente, al acabar de cantar la canción, el jugador o jugadora que «la liga», dice un objeto o un color y el resto tiene que correr a buscarlo y tocarlo. Quien lo encuentre primero, es quien elige la próxima vez.
Una variación del juego, más musical si cabe, consiste en decir el nombre de un instrumento musical. Quien lo encuentre primero, debe hacerlo sonar.
Y si no tenéis instrumentos musicales podéis pintar unas fichas con instrumentos musicales y repartirlas por el espacio de juego. En este caso, al decir el nombre del instrumento, habrá que buscar la ficha con el dibujo y, quien la encuentre, debe imitar con sonidos y mímica el instrumento elegido.
ENTRE CÓRDOBA Y SEVILLA
Este es un juego de pasar objetos. Para jugar, hay que conseguir objetos fáciles de agarrar, como una maraca, una pelota pequeña, vasos de plástico...
Os recomendamos empezar con un solo objeto e ir añadiendo cada vez más hasta que todo el mundo tenga un objeto en la mano.
Sentaos en círculo en el suelo o alrededor de una mesa.
Al ritmo de la canción deberéis pasar el objeto a quien esté a la derecha y recoger (en el caso de jugar con varios objetos) el objeto de quien esté a la izquierda.
Añadimos una dificultad cuando, en algunas partes de la canción, en vez de soltar el objeto lo volvemos a traer hacia nosotros y solo en el segundo intento se lo dejamos al compañero de la derecha, quedando el movimiento en tres pasos en vez de uno.
Esta es la letra de la canción. En ella marcamos en rojo las partes de la canción donde hay que «vacilar» a la hora de dejar el objeto. La melodía, que sea rítmica y sencilla.
Entre Córdoba y Sevilla,
han puesto una gran pared, pared, pared.
Por la pared va una vía,
por la vía, por la vía,
pasa el tren, tren, tren.
Es un juego muy divertido, sobre todo cuando alguien se equivoca y se arma un lío de objetos tremendo.
¿QUIÉN DIRIGE LA ORQUESTA?
Para este juego debéis formar un corro y echar a suertes quién «la lleva». Esta persona debe irse un momento, para que el resto del grupo elija o eche a suertes el papel del «director o directora de la orquesta».
Cuando esté decidido, se llama a quien «la lleva» para que se coloque en el centro del corro. Esta persona tendrá que averiguar quién dirige la orquesta.
Empieza el juego y todo el grupo hace como que toca el violín, a través de la mímica e imitando el sonido con la boca (podéis hacer una melodía conocida).
Quien dirige la orquesta se encarga entonces de ir cambiando el instrumento musical que deben tocar todos. Cuando el director cambie y haga que está tocando otro instrumento, el piano por ejemplo, todos empezarán a imitarle, así que hay que prestar atención.
Quién «la lleva» debe descubrir quién es la persona que cambia: el director o directora. Cuando le pille, entonces se intercambian los puestos.
¿QUÉ LE PASA A MI PANDERETA?
Este es un juego que permite trabajar con las emociones y los estados de ánimo de una forma divertida. Se basa en que muchas veces es más fácil describir las emociones cuando las asociamos a otra persona, animal o cosa.
En esta ocasión os sugerimos que cojáis una pandereta para reflejar en ellas varias emociones.
Sentados en círculo, y por turnos, tendréis que ir diciendo una emoción o estado: «Mi pandereta está…». La pandereta puede estar contenta, asustada, triste, de fiesta, pegajosa, cansada,…. Cada uno de vosotros tendrá que coger la pandereta y pasarla a quien esté al lado con el estado que corresponda. Así, por ejemplo, si la pandereta está muy pesada, habrá que pasarla haciendo como si verdaderamente la pandereta pesara muchísimo. Una vez que todo el mundo ha pasado la pandereta, le tocará elegir a otra persona… ¿qué le pasa a su pandereta?
ADIVINANZAS
Ahora vamos a comprobar qué sabéis de música y si sois capaces de resolver estas adivinanzas musicales.
- Es un caracol, que sube hasta el cielo y baja en ascensor.
- A veces con flequillo y otras veces con sombrero, cuando aparece el chiquillo, todos callan al momento.
- Siete son, cada una en un escalón.
- Si quieres saber cómo bailar, estos números debes mirar.
- Tiene un bastón, y cuando le pica el ombligo, con él se rasca un montón.
CHISTES DE MÚSICOS
No sé si sabíais que hay muchos chistes de músicos que normalmente solo entienden ellos. Os ponemos un ejemplo para ver si a vosotros os hace reír.
Estando un día la pequeña nota La de paseo se encuentra con Sol #. La, se sorprende y pregunta a Sol#:
La: ¿Te veo alterada?
A lo que Sol# contesta:
Sol#: No, es que estoy sensible.
ENIGMAS MUSICALES
Primero… una breve introducción
A lo largo de la historia, muchos son los que han disfrutado realizando y resolviendo enigmas musicales. Uno de ellos fue el gran Johann Sebastian Bach, compositor barroco que sentó las bases de la armonía actual.
En el año 1747, Bach estaba de visita en casa de su hijo, Carl Phillip Emmanuel Bach, que era el compositor de la Corte de Federico el Grande de Prusia. El rey, gran aficionado a la música, invitó al viejo Bach para que tocara los fortepianos que tenía en palacio. Después de un rato improvisando, Bach le pidió al rey que le dijera un tema para realizar una fuga. Así comenzaron una serie de retos musicales entre el músico y el rey.
Al volver a casa J. S. Bach realizó una serie de cánones enigmáticos con el complicado tema que le había dado el rey. El canon es una forma de composición musical basada en una melodía que se repite con un poco de retardo, creando así una polifonía (varios sonidos a la vez).
En el prólogo de la edición de la obra, Bach hizo un guiño a Federico el Grande y escribió algo que nos da una pista para resolver estas composiciones:
Regis Iussu Cantio Et Reliqua Canonica Arte Resoluta
Esta frase en latín significa:
«Lo ordenado por el rey, resuelto, con adiciones con arte canónico».
Pero si miráis bien, os daréis cuenta de que las primeras letras de cada palabra están en mayúsculas, formando un acróstico RICERCAR («buscar»), que es la palabra con la que se designaba en esa época a las composiciones de tipo «fuga». Esto se supone que daba una pista al rey sobre el modo de interpretar la partitura.
En las canciones que Bach propone, la partitura lleva escrita una única melodía, de modo que hay que averiguar cómo se desarrollan y se construyen las otras voces de la polifonía. Para saberlo hay que buscar pistas en la partitura que nos digan dónde entra cada una de ellas o dónde acaba la canción: unas veces se trata de varias claves musicales; otras veces hay algo en el título de la canción; en ocasiones hay que dar la vuelta a la partitura… El ingenio de Bach es extraordinario.
El primer canon enigmático, llamado Canon Cangrejo, está basado en el tema que el rey le propuso a Bach, con una parte cromática muy complicada de armonizar.
Bach consigue que el tema pueda ser interpretado hacia adelante y hacia atrás al mismo tiempo, incluso interpretarlo como una cinta de Möebius (un bucle sin fin). Si os fijáis en la partitura veréis que hay dos claves de Do, una al principio y otra al final de la canción, pero situada al revés.
Y ahora… el acertijo
A continuación aparece el segundo canon para que lo intentéis resolver.
La inscripción latina que veis al principio de la partitura, Quarendo invenietis, significa «Buscando encontraréis». Así que, ya sabéis; a buscar la solución. Coged un papel pautado e intentad resolver el enigma de Bach.
Instrumentos musicales con material reciclado
Aquí os proponemos que construyáis vuestros propios instrumentos con materiales que podéis conseguir y reutilizar fácilmente. Aunque vamos a dividir los instrumentos por edades, recomendamos que construyáis todos los que podáis, para así formar vuestra propia orquesta.
Tened en cuenta que los materiales que proponemos son eso, una propuesta; buscad materiales reutilizables por casa y reinventad nuestras propuestas. Y recordad trabajar siempre bajo la supervisión de un adulto; pedidle ayuda, seguramente necesitaréis que os echen una mano.
PARA LOS MÁS PEQUES
Los instrumentos que presentamos a continuación están pensados para niños y niñas a partir de los tres años, así que necesitarán bastante ayuda para su fabricación, aunque deberán participar en todo lo que puedan.
GLOBO SONORO
El primer instrumento que vamos a fabricar es de la familia de percusión. Una vez terminado prueba los diferentes sonidos que se pueden producir con él, seguramente te sorprenda lo diferentes que pueden ser.
Materiales: un globo y un poco de arroz (puedes hacer varios globos rellenos de diferentes materiales, como semillas o arena, y escuchar la diferencia de los sonidos).
Coge el globo por el cuello e introduce un puñadito de arroz; puedes ayudarte usando un embudo. Dependiendo de la cantidad que eches, sonará de diferente manera. Después ínflalo y átalo. ¡Ya tienes tu instrumento! Fácil y sencillo, pero con un gran sonido.
Enlace a vídeo del globo sonoro
TELÉFONO Y RISAS DE GALLINA
Comenzarás haciendo un teléfono que se transformará en un curioso instrumento de cuerda.
Materiales: Dos envases de yogur limpios, un buen trozo de lana, un palillo de madera, punzón y tijeras.
Comienza haciendo un agujero en la base de cada envase de yogur. Si no tienes un punzón, utiliza cualquier objeto punzante intentando que el agujero no se haga muy grande.
Pasa la lana por el agujero y ata medio palillo en la parte de dentro para que haga de tope y no se salga la lana. Repite la misma operación con el otro extremo de la lana en el otro envase.
Acabas de construir un teléfono, el único truco para que funcione consiste en que la lana tiene que mantenerse tensa. Comprueba que al hablar dentro de un envase, el sonido llega al otro vasito de yogur.
Una vez que ha quedado demostrada la transmisión del sonido, transformaremos nuestro teléfono en un divertido instrumento en el que la lana transmite su vibración al envase de yogurt que hará de caja de resonancia, amplificando el volumen.
Solo necesitas cortar la lana dejando aproximadamente un metro en cada vasito (si queda muy larga puedes cortarla un poco más) y mojarla con agua. En este caso, ese es el truco, la lana debe estar húmeda. Una vez mojada, pellizca la lana por la parte más cercana al envase y desliza tus dedos hacia abajo a lo largo de la lana. Es posible que los sonidos que hagas dejen sorprendido a más de uno.
Enlace a vídeo de las risas de gallina
A PARTIR DE 5 AÑOS
OBOE PAJITA
Este instrumento pertenece a la familia de viento. Al principio puede costar un poco sacarle sonido, pero en el momento que lo consigas tendrás tu propio oboe. Todos los instrumentos tienen algunas características en común, una de ellas es que el sonido producido será más agudo cuanto menor sea el instrumento. Con nuestro oboe pajita podrás comprobar que, al igual que sucede con otros instrumentos, cuanto más corta sea la pajita, más agudo será el sonido.
Materiales: Pajitas (rectas) y tijeras.
Aplasta la pajita para que sea más fácil recortarla, la mejor forma de hacerlo es usando los dientes, ¡pero sin masticarla!
Haz dos cortes, uno en cada esquina, para que quede con la forma de un lapicero o punta de flecha, como muestra la imagen.
Introduce la pajita en tu boca, presiona un poco los labios y sopla; si tienes problemas, prueba a doblarla un poco más o cambiar el ángulo de la boquilla.
Una vez que hayas conseguido hacerla sonar, puedes cortarla por el otro extremo poco a poco y comprobar cómo cambia el sonido según se va haciendo más pequeña. Otra opción sería hacer varios agujeros a lo largo de pajita y taparlos con los dedos para conseguir diferentes sonidos.
Enlace a vídeo de la oboe pajita
DEN-DEN DAIKO
Este es un instrumento de percusión. Es un tambor de origen asiático que se utiliza en rituales religiosos, pero también como juguete para niños.
Materiales: Caja de quesitos o similar (si no tienes caja de quesitos, puedes utilizar un aro de cartón y recortar dos círculos de cartón para hacer las tapas); lapicero largo o palo recto; lana o cordel; cinta aislante; punzón; palillo; dos cuentas que pueden ser de madera, plástico o fabricadas con corcho; pegamento y pinturas.
En primer lugar quita la pegatina de la caja para que después sea más fácil decorarla. Haz tres agujeros en el perímetro de la caja: dos pequeños, uno a cada lado de la caja y a la misma altura, tendrán el mismo grosor que el de la lana; el otro irá en el vértice de un triángulo isósceles imaginario formado por los tres agujeros y será del grosor del lapicero.
Corta dos trozos de lana que no superen el diámetro de la caja de quesitos, ata en el extremo de cada trozo una de las cuentas e introduce el otro extremo en los laterales de la caja. Al igual que con el teléfono de yogur, utiliza un trocito del palillo para que haga de tope y no se salga la lana. Después, coloca el lapicero en el tercer agujero, utilizando pegamento y cinta adhesiva para fijarlo bien a la caja. Ahora solo queda decorarlo.
Para hacerlo sonar, solo tienes que girar el lapicero.
Enlace a vídeo del Den-den daiko
TAMBOR DE TORMENTA
Este instrumento de origen australiano tiene un sonido muy peculiar.
Como siempre, el sonido obtenido dependerá de los materiales que usemos.
Materiales: Una lata grande o un bote de patatas fritas, herramientas para perforar (un punzón o un clavito y un martillo), un muelle largo y flexible (nosotros hemos utilizado un trozo de los que se usan para desatascar cañerías) y pinturas o papeles para decorar.
Para construirlo, necesitarás la ayuda de un adulto. La lata debe tener los bordes sin rebabas, bien por ser una lata «abre fácil», bien porque un adulto os ha ayudado a limar las rebabas. Una vez limpia la lata, hay que perforar el centro de la base. El agujero debe ser bastante pequeño, por él debes introducir el muelle haciéndolo girar hasta que varias vueltas queden dentro de la lata. Y… ¡ya está! Solo tienes que agitar la lata y las vibraciones del muelle producirán un sonido similar a una tormenta, si golpeas el muelle, conseguirás un sonido diferente. Si suena poco, puedes separar un poco las espiras del muelle para aumentar su vibración o tal vez tengas que probar con otro muelle. Como siempre, puedes decorarlo como más te guste.
Enlace a vídeo del tambor tormenta
PARA LOS MAYORES
Te recordamos que debes trabajar bajo la supervisión de un adulto, ya que algunos de los procedimientos necesarios pueden ser peligrosos.
GUITARRA
Como sabes, la guitarra es un instrumento de cuerda. Está formado por una caja de resonancia, un puente, mástil con clavijero y seis cuerdas.
Materiales: Caja de zapatos, un palo de fregona o un tubo de papel de cocina te pueden servir como mástil (utiliza tu imaginación y busca lo que tengas por casa), gomas elásticas, un lapicero pequeño, palillos de madera o clavos (depende del material de tu mástil), punzón, cúter, cinta adhesiva, pegamento termofusible o masilla adhesiva tipo Blu Tack y pinturas.
Protege la superficie donde vas a trabajar. Con el cúter, haz un agujero circular en la tapa de la caja de zapatos que servirá de boca en la caja de resonancia. El tamaño del agujero dependerá del ancho de tu caja, puedes fijarte en una foto de una guitarra para hacerte una idea.
En la parte más estrecha de la caja haz un agujero con la forma y el tamaño necesarios para encajar el mástil. Decora la caja como quieras, échale imaginación y deslumbra a todos con tu arte. Para terminar la caja de resonancia, solo necesitas el puente, que es donde se apoyan las cuerdas para que queden despegadas de la caja. Utiliza el lapicero para fabricarlo. Colócalo paralelo al lado corto de la caja, cerca del agujero pero al lado opuesto al mástil y perpendicular a él. Puedes pegar el lapicero con cinta adhesiva, pegamento o Blu Tack, o puedes hacer cuatro pequeños agujeros, e introducir una goma o cuerda para atarlo a la tapa. Para montar las cuerdas, perfora la tapa a uno o dos centímetros por debajo del lápiz. El número de agujeros dependerá de cuántas cuerdas quieras poner, tu guitarra no tiene por qué tener seis cuerdas, hay instrumentos, como el birimbao, que solo tienen una.
Para construir el clavijero, coge el mástil y con cuidado realiza pequeños agujeros, tantos como hayas hecho en la caja de resonancia. Si tu mástil es de madera, necesitarás un berbiquí o un taladro para perforarlo y una mordaza para sujetarlo mientras taladras. Introduce los palillos o clavos y sujétalos con Blu Tack o pegamento. Coloca el mástil en el agujero de la caja y sujétalo bien con cinta, pegamento o Blu Tack. Introduce las gomas elásticas en los agujeros junto al puente y átalas por la parte de dentro; puedes utilizar un palillo como tope. Ahora solo queda tensarlas y atarlas al clavijero. El sonido dependerá de la tensión que les des a las gomas elásticas.
FLAUTA DE PAN
Es un instrumento de viento. Forma parte tanto de la mitología griega como de la historia precolombina de los Andes. Hay grandes historias sobre su construcción; si estás interesado, busca información en Internet sobre el dios Pan y la ninfa Siringa.
Materiales: dos tubos de 1,5 metros de PVC de 16 mm (también puedes usar cañas de río o, incluso, manguera); cinta métrica; segueta; lija; pegamento termofusible, de contacto o para PVC (usa guantes para evitar que se te pegue a los dedos); cinta aislante de colores para decorar la flauta; lápiz, y plastilina.
Lo primero que tienes que hacer es marcar las medidas de los tubos, cada uno será una nota diferente; ya sabes, cuanto más grande, más grave.
No hace falta que hagas todas las notas, aquí te dejamos las medidas de dos octavas. Puedes hacer solo una octava o una escala pentatónica (do, re, mi, sol, la).
Do = 34,5 cm. Re = 31,0 cm. Mi = 27,5 cm. Fa = 26,5 cm.
Sol = 23,0 cm. La = 21,0 cm. Si = 19,0 cm. Do’ = 17,5 cm.
Re’ = 15,5 cm. Mi’ = 14,5 cm. Fa’ = 13,5 cm. Sol’ = 12,0 cm.
La’ = 11,0 cm. Si’ = 9,5 cm. Do’’ = 9,0 cm
Apoya el tubo o la caña sobresaliendo de una mesa y corta con cuidado con la segueta, recuerda que tiene que haber un adulto supervisando. Una vez cortados todos los tubos, hay que lijar bien los extremos.
Colócalos por tamaño y utiliza el pegamento para unirlos.
Cierra la parte de debajo de los tubos con un buen trozo de plastilina. Puedes comprobar la afinación de los tubos soplando y ajustando la plastilina, si metes un lápiz por el otro extremo del tubo puedes aplastar la plastilina, para conseguir la afinación deseada.
Decora con la cinta de colores tu flauta y comienza a practicar con tu nuevo instrumento.
Enlace a vídeo de la flauta de pan
PALO DE LLUVIA
Se dice que fue inventado por los aztecas y desde sus territorios se extendió por Centroamérica y la Amazonía. Era utilizado en ceremonias religiosas, posiblemente con intención de atraer la lluvia. Tradicionalmente, se hacen con cactus cuyas espinas se sacan, se les da vuelta y se vuelven a introducir en el tronco hueco del cactus.
Materiales: un tubo de cartón o de plástico, palitos o clavos, arroz, semillas o bolitas, punzón o berbiquí, alicates de corte, una cuerda o lana, un trozo de cartón, cinta adhesiva, pegamento, pintura y papeles o cintas de colores para decorarlo.
El sonido de nuestro instrumento dependerá de su longitud y de los materiales que empleemos. Si no tienes un tubo lo suficientemente largo, puedes probar a unir dos tubos cortos.
Para comenzar, usando el extremo del tubo como plantilla, dibuja dos circunferencias en el cartón y recorta los círculos que usarás como tapas.
A continuación, con un poco de cinta, sujeta un extremo de la cuerda en un extremo del tubo y enróllala de forma helicoidal teniendo cuidado de dejar un par de centímetros entre una vuelta y la siguiente. Sujeta el final de la cuerda en el extremo opuesto. Con un lápiz o rotulador marca puntos a lo largo de todo el recorrido de la cuerda, dejando dos centímetros entre marca y marca.
En cada marca tendrás que introducir un palito o un clavo, así que deberás hacer un pequeño agujero en cada una con la herramienta adecuada dependiendo del material y del grosor de tu tubo. Si es de cartón fino, te bastará un punzón; si el cartón es muy grueso o es de PVC, necesitarás un taladro o un berbiquí. Ten cuidado de no hacer los agujeros demasiado grandes, los palitos deben entrar justos para que no se caigan.
Puedes emplear palillos de dientes, palitos para brochetas, clavos, etc. Introduce los palitos y corta lo que sobresalga por fuera del tubo con unos alicates de corte, pon una gota de pegamento en el poquito que sobresalga para evitar que se muevan.
Pega un círculo de cartón en un extremo con cinta o con pegamento. Cuando esté todo seco, comienza a probar con diferentes semillas para conseguir el sonido que quieras. Lo ideal es mezclar distintos tipos de semillas que no sean demasiado grandes para que no se atasquen en los palitos; una buena combinación puede ser arroz y lentejas, también puedes usar los trocitos de palito que te hayan sobrado (pero cortitos) o grava.
Haz pruebas tapando el extremo opuesto con la mano, cuando obtengas el sonido que te gusta, pega la otra tapa de cartón y decóralo a tu gusto.